La Luna y los Sueños
Bonan y Tungui eran dos amigos inseparables que vivían en un pequeño pueblo. Una noche, estaban tan emocionados por la llegada de la luna llena que decidieron quedarse despiertos para verla brillar en el cielo.
Pero a medida que pasaba el tiempo, Bonan comenzó a bostezar. "Tengo tanto sueño", dijo. Tungui asintió, también se sentía cansado. "¿Qué tal si nos dormimos un poquito y luego volvemos a despertar para ver la luna llena?", sugirió Tungui. Bonan estuvo de acuerdo y juntos se acurrucaron en sus camas y cerraron los ojos.
Mientras dormían, soñaron con aventuras emocionantes y lugares mágicos. En sus sueños, volaron en nubes esponjosas y se deslizaron por un arcoíris brillante. Después de un rato, la luna llena los despertó con su luz brillante que se colaba por la ventana. Bonan y Tungui se despertaron y se encontraron con la luna llena brillando en todo su esplendor.

Juntos salieron a contemplarla y se maravillaron de lo hermosa que era. Después de unos minutos, se dieron cuenta de que estaban tan cansados que volvieron a bostezar. "Creo que es hora de volver a la cama", dijo Bonan. Tungui estuvo de acuerdo, así que volvieron a acurrucarse en sus camas y cerraron los ojos una vez más.
Esta vez, no tuvieron sueños emocionantes, pero se sintieron cálidos y seguros sabiendo que la luna los cuidaba desde el cielo. Pronto, se quedaron profundamente dormidos y soñaron con las aventuras que les esperaban al día siguiente.
La moraleja de la historia es que, a veces, es mejor dejar que el sueño nos lleve a lugares maravillosos en lugar de tratar de mantenernos despiertos por mucho tiempo. Bonan y Tungui aprendieron que es importante descansar para poder disfrutar de las maravillas que la vida tiene para ofrecer.
The End