El Pastor y la Oveja Perdida: Una Historia de Amor y Cuidado

Había una vez un pastor llamado Jesús que tenía 100 ovejas. Cada día, él las cuidaba y las protegía. Pero un día, una oveja se escapó. El pastor Jesús estaba muy preocupado por la oveja perdida, así que decidió salir a buscarla.

Jesús caminó por los campos y las montañas, buscando en todas partes. Él no paraba de buscar, hasta que finalmente encontró a la oveja perdida. La oveja estaba asustada y sola, pero cuando vio al pastor Jesús, se sintió segura de nuevo.

Jesús cargó a la oveja en sus brazos y la llevó de regreso al rebaño. Todas las otras ovejas estaban felices de ver a su amiga perdida. El pastor Jesús las cuidaba a todas, pero estaba especialmente feliz de haber encontrado a la oveja perdida.

Entonces Jesús les contó a sus ovejas una historia. Les dijo que Dios los ama a todos, así como él los amaba a ellos. Les explicó que cuando una oveja se pierde, no la abandona, sino que la busca con amor y cuidado.

Las ovejas entendieron el mensaje de Jesús. A partir de ese día, estaban más unidas que nunca. Sabían que, aunque se perdieran, el pastor Jesús siempre las buscaría y las encontraría.

Y así, la oveja perdida aprendió que no importa cuánto se aleje, el amor del pastor Jesús siempre la traerá de vuelta al rebaño. Y todas las ovejas entendieron que, al igual que ellas, Dios nos ama a todos y está siempre dispuesto a buscarnos y cuidarnos con amor.