Amigos Pequeños, Dragones Grandes

En una pequeña ciudad, había un grupo de niños que tenían unos dragones muy especiales. Estos dragones no eran como los de los cuentos, eran pequeños, coloridos y tenían poderes mágicos. Los niños los cuidaban mucho, y los dragones siempre estaban dispuestos a ayudar en las tareas diarias. Había un niño llamado Marcos, que tenía un dragón rojo llamado Fuego, que podía lanzar pequeñas llamas para encender la chimenea en las noches frías. Su amiga Sofía tenía un dragón azul llamado Ola, que podía llenar su bañera con agua caliente para sus baños. Todos los niños tenían dragones con poderes especiales que les ayudaban en sus quehaceres diarios. Un día, la maestra de la escuela, la señorita Carmen, les contó a los niños que también tenía un dragón. Su dragón se llamaba Estrella y tenía la capacidad de hacer que las plantas de la clase crecieran más rápido y más bonitas. Los niños estaban emocionados de saber que su maestra también tenía un dragón.

Pronto llegó la temporada de carnaval, y los niños estaban emocionados por la fiesta que iba a tener lugar en la escuela. Decidieron que querían llevar a sus dragones a la fiesta, así que todos juntos se pusieron a preparar los disfraces más hermosos para sus fieles compañeros. Finalmente, llegó el día de la fiesta, y los niños llegaron a la escuela con sus dragones. La maestra también llevó a Estrella, y juntos se divirtieron mucho bailando, jugando y compartiendo con sus amigos y dragones. Al final del día, los niños se dieron cuenta de lo importante que era cuidar a sus amigos, incluso si eran pequeños y mágicos como sus dragones. Aprendieron que cuidar a sus amigos era una tarea importante, y estaban felices de tener a sus dragones a su lado.